El Centro de Investigaciones Económicas de la ESPOL (CIEC) hizo público el Boletín de Política Económica, que en su edición 23 hizo énfasis especial en las afectaciones en Ecuador a causa del fenómeno de El Niño.
Con el título El Fenómeno de El Niño y su Impacto Económico y Social en Ecuador, Política Monetaria y Expectativa de Inflación, Gonzalo Sánchez, María del Pilar Cornejo y Liliana Alencastro, especialistas politécnicos, realizaron un análisis general sobre los campos que se verán mayormente afectados a causa de las condiciones climáticas.
Gonzalo Sánchez, director del CIEC, abrió la conferencia, con un resumen pormenorizado de los indicadores de crecimiento económico del país.
En su intervención, mostró preocupación por los bajos niveles de crecimiento económico del país, según lo reportado por organismos como el Banco Mundial (1,3 %), Fondo Monetario Internacional (1,4 %), CEPAL (2,3 %) y el Banco Central (1,5 %).
“La economía en este último trimestre será bastante pobre. Si se compara el segundo trimestre del 2023 tendríamos que remontarnos al 2019 para tener algo similar. Estamos produciendo lo mismo que se hacía hace 4 años”, dijo Gonzalo Sánchez.
El especialista se refirió además a la disminución en el porcentaje de desempleo, entre agosto de 2022 y agosto de 2023, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
Recordó que en Ecuador ya se declaró la llegada del fenómeno de El Niño, lo que tendrá afectaciones positivas y negativas en el ámbito económico y social. En cuanto a la productividad, se registran problemas, puesto que los productos no petroleros que generan mayor ingreso (camarón, banano, cacao) se dan en la costa, región que sufrirá los estragos climáticos.
En ese sentido, Liliana Alencastro, docente e investigadora, explicó que el fenómeno de El Niño se relaciona directamente con la temperatura superficial del océano Pacífico, lo que obligatoriamente cambia el hábitat de ciertas especies, que deben migrar.
Aclaró que las afectaciones también pueden ser positivas. Dijo que, debido a la temperatura del agua, será provechosa la pesca de camarón, producto con el que Ecuador se alza como el mayor exportador a nivel global, aunque reconoció que esa producción se puede ver afectada por el precio internacional del crustáceo.
Por el contrario, la pesca de especies como la anchoveta o la sardina se verán disminuidas. “No quiere decir que no se recuperará, seguramente el pez regresará y habrá una mejor producción cuando las condiciones de temperatura del mar se normalicen”, explicó.
En el caso del atún, especie importante para localidades como Manta, refirió que puede haber una disminución en su captura. En el evento El Niño de 1982/83, cuando los efectos fueron extremos, las capturas disminuyeron en un 50 % para la especie aleta amarilla y 35 % para la especie barrilete. Finalmente, María del Pilar Cornejo, directora del Centro Internacional del Pacífico para la Reducción del Riesgo de Desastres, hizo un recorrido histórico por los eventos de El Niño en Ecuador y las distintas afectaciones, de acuerdo a su intensidad.
Durante su exposición, mencionó que uno de los principales temas a precautelar por parte de la ciudadanía era mantener los controles sanitarios en el agua, para evitar enfermedades. También mencionó que debe haber políticas estatales de remediación no solo de emergencia, sino para aplicar a mediano y largo plazo.
“En un evento muy fuerte como en el 1997-98, perdimos el 14 % del Producto Interno Bruno (PIB), claro que el tema no es lineal y no se puede asegurar cuánto se puede perder, es allí donde se debe reflejar la prevención para disminuir esas afectaciones”, dijo,
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